Miro al cielo para encontrar respuesta pero al contemplar la inmensidad son más preguntas que respuestas lo que consigo. Me encuentro sin rumbo, divagando por calles que no llevan a ningún destino. De los errores aprendemos y como he de saber qué es lo correcto y que es lo incorrecto será dejarme llevar por lo que la moral diga aun que esta sea un arma de doble filo.
En este punto de entropía al 100% es mejor hacerse el idiota y seguir caminando a ojos cerrados hasta que por lo menos me dé el “totazo” y haya aprendido algo. Solo espero que mis letras, la lluvia y la música calmen esta tempestad que hay mi cabeza, carcomiendo mi pensamiento con sus ordinarias e insípidas ideas que sosiegan el aturdimiento de mi ser.
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